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martes, 3 de diciembre de 2013

La mujer, también llamada a extender la palabra de Dios.



Gracias a Dios por una Débora que supo hablar cuando Barác desobedeció (Jueces 4:4-6).  Aunque contamos con Barác en la lista de los héroes de la fe, no podemos olvidar la mujer que le instó para que obedeciera a Dios y le acompañó hasta el campo de batalla donde oró para que Dios le diese la victoria, y así fue. 
Gracias a Dios por una mujer ejemplar como Abigail, la sabia esposa del necio Nabal (1 Samuel 25:3, 18-28ss) quien pudo abrir su boca con sabiduría cuando su marido no lo supo hacer. Abigail evitó la  muerte y destrucción a su casa.  
Gracias a Dios por mujeres valientes como la joven Esther quién pudo abrir su boca en el momento más crucial de su corta vida y por su palabra pudo salvar no solamente su vida sino la de su nación. Aun la mujer de Pilatos pudo hablar a favor de Jesús tratando de convencer a su esposo de no poner sus manos sobre un hombre justo (Mateo 27:19).  
Gracias a Dios por las mujeres que estuvieron cerca del sepulcro aquel domingo en la mañana cuando Jesús resucitó y pudieron anunciar a los Apóstoles de este importante suceso (Mateo 28:8-10).  
Gracias a Dios por mujeres como Priscila que pudieron saber hablar a un Apolos (Hechos 18:25-26) para que el Evangelio fuese predicado más correctamente. 


Es cierto que la Biblia relata historias de mujeres que hablaron y trajeron calamidad a su casa, quizás por no haberlo hecho en oración y meditación, o quizás por no reconocer la autoridad de sus esposos sobre ellas. Tenemos el caso de Eva quién por abrir su boca fuera de tiempo trajo graves problemas a Adán y a toda la raza humana.  Quizás el 'pequeño grave' error de Sarai quien al darle un mal consejo a su esposo Abraham, trajo problemas a su marido, a su casa y su toda descendencia hasta el día de hoy. 

Pero hay ocasiones en que la mujer tiene el deber de ponerse en pie valientemente y con sabiduría decir: "Caballeros, con todo respeto, la Biblia dice..." 

 Pero que todo se haga decentemente y con orden.
1 Corintios 14:40

A.   Timoteo fue enseñado por su madre y abuela. Hechos 16:1: "Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego", recibió Timoteo la instrucción de su Padre griego o de su madre que era "mujer judía creyente" 
2 Timoteo 1:5; 3:14,15


B. Hechos 8:4 dice, "Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio"(este pasaje no dice que "solamente los hombres" anunciaron el evangelio).

C. Hechos 8:4 dice cuando Apolos enseño un error, Priscila y Aquila "le pusieron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios".



Para entender estos versículos, debemos entender la situación en la que trabajaban Pablo y Timoteo. En el primer siglo de la cultura judía, a las mujeres no se les permitía estudiar. Cuando Pablo dice que las mujeres deben aprender en silencio y total sumisión, les está ofreciendo una sorprendente nueva oportunidad. Pablo no quiso que las mujeres de Éfeso enseñaran porque aun no tenían suficiente conocimiento o experiencia. La iglesia en Éfeso tenía un problema particular con los falsos maestros. Evidentemente las mujeres eran especialmente susceptibles a sus falsas enseñanzas (2Ti 3:1-9) porque todavía no habían recibido instrucción bíblica suficiente para poder discernir la verdad. Además, algunas de las mujeres, aparentemente, hacían alarde de su nueva libertad cristiana usando ropa inadecuada (2Ti 2:9). Pablo decía a Timoteo que no debía poner a nadie (en este caso, mujeres) en posición de liderazgo si todavía no era maduro en la fe (véase 1Tim 5:22).

1Tim 2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
Algunos interpretan este pasaje como que las mujeres nunca deberían enseñar en las reuniones dela iglesia. Sin embargo, otros dicen que Pablo no prohibió siempre a que la mujer enseñara. La reconocida colaboradora de Pablo, Priscila, enseñó a Apolos, el gran predicador (Hechos 18:24-26).Además, con frecuencia Pablo menciona a otras mujeres que tenían posiciones de responsabilidaden la iglesia. Febe trabajó en la iglesia (Rom16:1). María, Trifena y Trifosa eran obreras del Señor(Rom16:6, Rom16:12) así como lo fueron Evodia y Síntique (Filipenses 4:2).En la referencia de Pablo de que las mujeres estén en silencio, la palabra silencio expresa una actitud de quietud y compostura. (Para comunicar "completo silencio" usualmente se utiliza en el griego una palabra diferente.) Además, el propio Pablo reconoce que las mujeres públicamente oraban y profetizaban (1Cor 11:5). Aparentemente, sin embargo, las mujeres en la iglesia de Éfeso estaban abusando de su recién adquirida libertad cristiana. Debido a que estas mujeres eran recién convertidas, no tenían la experiencia necesaria, el conocimiento o la madurez cristiana para enseñara aquellos que ya poseían una buena educación bíblica.

las mujeres en Éfeso, no estaban aun preparadas para el liderazgo efectivo en la iglesia y el Apóstol les hace esta observación.



En un mundo donde nunca sobran bocas para difundir el evangelio de Cristo, no debemos enfoncarnos en quien debe o no, si es Dios quien dispone y usa como instrumento a una persona independiente si es hombre o mujer porque no alegrarnos? en vez de juzgar y quedar de brazos cruzados mientras vemos adolescentes, jóvenes y muchas personas perdidas y engañadas por las mentiras del diablo.

Dice la palabra que si no hablamos nosotros hablarán las piedras, pués prefiero hablar lo que el Espiritu Santo me ponga, prefiero que Dios use mis manos, mi boca y mis pies para llevar su palabra donde se necesite.

Dios te bendiga mujer valiente y esforzada para la obra del Señor.





Fuentes varias

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