Gracias a Dios por una Débora que supo hablar cuando
Barác desobedeció (Jueces 4:4-6). Aunque contamos con Barác en la lista
de los héroes de la fe, no podemos olvidar la mujer que le instó para que
obedeciera a Dios y le acompañó hasta el campo de batalla donde oró para que
Dios le diese la victoria, y así fue.
Gracias a Dios por una mujer
ejemplar como Abigail, la sabia esposa del necio Nabal (1 Samuel 25:3, 18-28ss)
quien pudo abrir su boca con sabiduría cuando su marido no lo supo hacer.
Abigail evitó la muerte y destrucción a su casa.
Gracias a Dios por
mujeres valientes como la joven Esther quién pudo abrir su boca en el momento
más crucial de su corta vida y por su palabra pudo salvar no solamente su vida
sino la de su nación. Aun la mujer de Pilatos pudo hablar a favor de Jesús
tratando de convencer a su esposo de no poner sus manos sobre un hombre justo (Mateo
27:19).
Gracias a Dios por las mujeres que estuvieron cerca del sepulcro
aquel domingo en la mañana cuando Jesús resucitó y pudieron anunciar a los
Apóstoles de este importante suceso (Mateo 28:8-10).
Gracias a Dios por
mujeres como Priscila que pudieron saber hablar a un Apolos (Hechos 18:25-26)
para que el Evangelio fuese predicado más correctamente.
Es cierto que la Biblia relata historias de mujeres
que hablaron y trajeron calamidad a su casa, quizás por no haberlo hecho en
oración y meditación, o quizás por no reconocer la autoridad de sus esposos
sobre ellas. Tenemos el caso de Eva quién por abrir su boca fuera de tiempo
trajo graves problemas a Adán y a toda la raza humana. Quizás el 'pequeño
grave' error de Sarai quien al darle un mal consejo a su esposo Abraham, trajo
problemas a su marido, a su casa y su toda descendencia hasta el día de
hoy.
Pero hay ocasiones en que la mujer tiene el deber de ponerse en pie
valientemente y con sabiduría decir: "Caballeros, con todo
respeto, la Biblia dice..."
Pero que todo se haga decentemente y con orden.
1 Corintios 14:40
A.
Timoteo fue enseñado por su madre y abuela.
Hechos 16:1: "Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí
cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de
padre griego", recibió Timoteo la instrucción de su Padre griego o de su
madre que era "mujer judía creyente"
2 Timoteo 1:5; 3:14,15
B. Hechos 8:4 dice, "Pero los que fueron
esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio"(este pasaje no
dice que "solamente los hombres" anunciaron el evangelio).
C. Hechos 8:4 dice cuando Apolos enseño un
error, Priscila y Aquila "le pusieron aparte y le expusieron más
exactamente el camino de Dios".
Para entender estos versículos, debemos entender la situación en la que
trabajaban Pablo y Timoteo. En el primer siglo de la cultura judía, a las
mujeres no se les permitía estudiar. Cuando Pablo dice que las mujeres deben
aprender en silencio y total sumisión, les está ofreciendo una sorprendente
nueva oportunidad. Pablo no quiso que las mujeres de Éfeso enseñaran porque aun
no tenían suficiente conocimiento o experiencia. La iglesia en Éfeso tenía un
problema particular con los falsos maestros. Evidentemente las mujeres eran
especialmente susceptibles a sus falsas enseñanzas (2Ti 3:1-9) porque todavía no
habían recibido instrucción bíblica suficiente para poder discernir la verdad.
Además, algunas de las mujeres, aparentemente, hacían alarde de su
nueva libertad cristiana usando ropa inadecuada (2Ti 2:9). Pablo decía a Timoteo
que no debía poner a nadie (en este caso, mujeres) en posición de liderazgo si
todavía no era maduro en la fe (véase 1Tim 5:22).
1Tim 2:12 Porque no permito a la mujer enseñar,
ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
Algunos interpretan este pasaje como que las mujeres nunca deberían enseñar
en las reuniones dela iglesia. Sin embargo, otros dicen que Pablo no prohibió
siempre a que la mujer enseñara. La reconocida colaboradora de Pablo, Priscila,
enseñó a Apolos, el gran predicador (Hechos 18:24-26).Además, con frecuencia
Pablo menciona a otras mujeres que tenían posiciones de responsabilidaden la
iglesia. Febe trabajó en la iglesia (Rom16:1). María, Trifena y Trifosa eran
obreras del Señor(Rom16:6, Rom16:12) así como lo fueron Evodia y Síntique
(Filipenses 4:2).En la referencia de Pablo de que las mujeres estén en
silencio, la palabra silencio expresa una actitud de quietud y compostura. (Para
comunicar "completo silencio" usualmente se utiliza en el griego una
palabra diferente.) Además, el propio Pablo reconoce que las mujeres
públicamente oraban y profetizaban (1Cor 11:5). Aparentemente, sin embargo, las
mujeres en la iglesia de Éfeso estaban abusando de su recién adquirida libertad
cristiana. Debido a que estas mujeres eran recién convertidas, no tenían la
experiencia necesaria, el conocimiento o la madurez cristiana para enseñara
aquellos que ya poseían una buena educación bíblica.
las mujeres en Éfeso, no estaban aun preparadas
para el liderazgo efectivo en la iglesia y el Apóstol les
hace esta observación.
En un mundo donde nunca sobran bocas para difundir el evangelio de Cristo, no debemos enfoncarnos en quien debe o no, si es Dios quien dispone y usa como instrumento a una persona independiente si es hombre o mujer porque no alegrarnos? en vez de juzgar y quedar de brazos cruzados mientras vemos adolescentes, jóvenes y muchas personas perdidas y engañadas por las mentiras del diablo.
Dice la palabra que si no hablamos nosotros hablarán las piedras, pués prefiero hablar lo que el Espiritu Santo me ponga, prefiero que Dios use mis manos, mi boca y mis pies para llevar su palabra donde se necesite.
Dios te bendiga mujer valiente y esforzada para la obra del Señor.
Fuentes varias
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