Quien era Jocabed?

Exodo 6:20 menciona a los padres de Moisés, pero en especial Jocabed quien tuvo un papel muy grande en la vida  e historia de Moisés, fue ésta valiente mujer la madre de Moisés.

Entrando en la historia nos vamos al tiempo en que Faraón da una ordenanza: "  Echad al río a todo hijo que nazca,  y a toda hija preservad la vida. (Exodo 1:22) 
Esto debido a que los egipcios estaban atemorizados por el aumento de la población Hebrea y que cada vez eran mas varones  robustos y fuertes que podían levantarse contra ellos.

Jocabed ya tenía dos hijos, Aarón y María o Miriam, quien ya estaba mayorcita en este tiempo cuando su madre da a luz un hijo, la biblia nos dice que este niño era hermoso y Jocabed siendo una mujer como todas, llena de amor hacia sus hijos dispuesta a cualquier cosa por preservar su vida mas allá de su aspecto físico, no podía consentir que mataran a su hijo, por esa razón lo escondió por tres meses.

Contemplando lo difícil que tuvo que haber sido para esta madre esconder por 3 meses a un bebé que llora, que a lo mejor se enfermó y no poder sacarlo de casa, vivir con esa angustia o miedo que pudieran escucharlo, verlo, darse cuenta que era varón  y llevárselo. Hasta que ya no pudo esconderlo mas....... imagino que tratando de hacer lo imposible, sin saber que estaba preservando la vida no solo de su hijo sino del que llegaría ser el libertador del pueblo de Israel.

Algunas madres no se dan cuenta el valor y la importancia que tienen para los propósitos de Dios, aman a sus hijos, los educan, tratan de hacer de ellos hombres y mujeres de bien, pero a lo mejor no alcanzan a dimensionar que en su vientre fue engendrado un guerrero de Dios que será usado para cumplir grandes propósitos...aleluya!!

Exodo 2:3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. 

Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. 

 El amor de esta madre fue el arma que Dios usó para proteger la vida de Moisés y mira que todo lo que hacemos para bien tiene su recompensa,

2:5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. 
Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.

Tal  vez pudo haber sido diferente, la hija del faraón siguiendo la linea y pensamientos de su padre pudo haberle entregado el niño, pero contra los planes de Dios no hay enemigo que valga, además de quedarse con el niño, buscó una nodriza Hebrea para que se lo cuidara y ya sabrás a quien le tocó el privilegio....

2:7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? 

Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, 

a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió. 

Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó,  y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. 

Si, también hay que reconocer el merito y amor de Miriam quien estuvo al pie de su hermano y fue ella quien aprovechó la circunstancia para ofrecer a su madre como nodriza.

Jocabed recibió la recompensa por el amor y entrega a su hijo y muy seguramente por su oración de confianza y esperanza en Dios.

Sin lugar a dudas, las madres tienen un papel importante para que se cumplan los propósitos de Dios en la vida de los hijos, por eso, nosotros como hijos debemos agradecer y honrar a nuestras madres, ellas han dedicado su vida para darnos vida a nosotros, tal vez tu madre no estuvo contigo por cualquier motivo...pero alguien tuvo que suplir esa función y hacer de ti una gran persona, mas aún si eres madre también esta historia deberás guardarla en tu corazón y que nunca olvides que Dios te escogió para llevar en tu vientre y entre tus brazos un hijo que ha de ser el próximo instrumento del amor y la gloria de Dios.